

Por: Observatorio Sinaí Olavarría
Entre 1819 y 1823, Francisco de Goya pintó en las paredes de su casa las célebres Pinturas Negras.
La más perturbadora fue “Saturno devorando a su hijo”.
👁️ Ojos desorbitados.
✋ Manos crispadas.
🩸 Boca ensangrentada.
Es Cronos, el dios del tiempo ⏳, que devora a sus hijos por miedo a ser destronado. Goya no embellece: muestra la crudeza de un poder que mata su propio futuro.
El mercado inmobiliario local vive el mismo grotesco:
Saturno = los colegios y viejos sistemas 👴🏻 que, por miedo, devoran todo lo nuevo.
Los hijos = agentes, propietarios y compradores 👩💼👨👩👧 que son sofocados y perseguidos.
Resultado: un monstruo social 🤯 que impide el progreso y destruye la confianza.
La obra de Goya no es solo arte. Es espejo.
El MLS Sinaí propone invertir la lógica saturnina:
✅ Colaboración 🤝 en lugar de competencia destructiva.
✅ Transparencia 🔍 frente a la oscuridad.
✅ Exclusividad compartida 🏡 como crianza, no como devoración.
Donde Saturno mata, Sinaí nutre 🌱.
Donde el viejo poder destruye, Sinaí construye 🏗️.
La lección de Goya es clara:
Cuando el miedo domina, el poder se convierte en monstruo 👹 y termina devorando incluso lo que quiere preservar.
Olavarría enfrenta la misma elección:
Seguir devorando a sus hijos 💀 (nuevos agentes, ideas frescas).
O abrazar el camino Sinaí ✨: transformar el grotesco en orden, el miedo en confianza, el devorar en criar.