

Por: Redacción Portal Sinaí
Olavarría lleva décadas atrapada en la corrupción, los mismos políticos de siempre y el estancamiento.
👉 La gente ya no cree. No participa. Y sin embargo, el deseo de vivir en una ciudad ordenada, segura y justa sigue ahí.
La salida no está en discursos vacíos, sino en organizarnos nosotros mismos.
No necesitamos matrículas ni sellos. Necesitamos puestos claros, entendibles y prácticos.
Estos son los cinco que toda cuadra debería tener:
Conecta a todos en la cuadra. Sabe quién puede ayudar y quién necesita apoyo.
👉 Es el que convierte a individuos aislados en una red de confianza.
Escucha, observa, motiva. Detecta por qué estamos cansados y ayuda a recuperar la unión.
👉 Es el espejo del alma colectiva del barrio.
Muestra cuánto entra, cuánto se gasta y cuánto se pierde.
👉 Sin tecnicismos: pone los números claros sobre la mesa.
Camina, mira y señala: calles rotas, arroyo contaminado, falta de luz o agua.
👉 Su rol es ver lo que está mal y proponer cómo arreglarlo.
Convierte diagnósticos en mensajes simples. Explica lo que pasa sin vueltas.
👉 Es la voz del barrio, que dice lo que otros callan.
🔹 Comités de cuadra: cada calle decide quién cumple cada puesto.
🔹 Comités de barrio: se conectan las cuadras y comparten información.
🔹 Gabinete ciudadano: los barrios se unen para planificar la ciudad entera.
Es un sistema horizontal y transparente, nacido de abajo hacia arriba.
No hacen falta diplomas ni matrículas. Hace falta gente honesta en cada puesto.
👉 Si cada cuadra tiene su organizador, su observador, su contador, su revisor y su comunicador, Olavarría empieza a ordenarse sola.
El futuro de Olavarría depende de vos.
📌 No esperes más promesas vacías.
📌 Organizate con tu cuadra.
📌 Sumate a tu barrio.
📌 Conectate al Sinaí.
El nuevo orden empieza por un paso simple: ocupar tu puesto.