

Por: Observatorio Sinaí Olavarría
En Olavarría los diarios y portales publican lo que conviene. Homicidios, robos o estafas casi nunca se informan con claridad. Los periodistas eligen el silencio para no chocar con el poder político o empresarial.
👉 El vecino común vive desinformado: no sabe cuántos delitos hay, cuántos casos se resuelven o cuánto se llevan los contratistas del Estado.
Las universidades locales están llenas de cátedras y sueldos, pero no producen estadísticas sobre vivienda, pobreza o violencia.
👉 Mientras tanto, barrios enteros crecen sin planificación, las familias viven inseguras y nadie levanta la voz con datos reales.
Los abogados y jueces de Olavarría funcionan como una casta que se protege entre sí. Cuando un ciudadano denuncia, el expediente se pierde en la burocracia. Pero si el caso toca a un apellido “fuerte”, la respuesta es inmediata.
👉 El vecino percibe que hay dos justicias: una para ellos, otra para nosotros.
En los barrios todos saben que las mafias chicas mandan más que la policía. Robos, drogas y violencia se multiplican, mientras las fuerzas de seguridad miran para otro lado o están atadas de manos por la política.
👉 Resultado: el ciudadano queda solo frente al caos.
Las iglesias locales, salvo excepciones, callan ante la corrupción y la injusticia. Prefieren bendecir inauguraciones y salir en fotos con los políticos antes que denunciar la decadencia moral que mata familias y barrios.
👉 La raíz del problema es espiritual: apatía, miedo y cobardía.
Sinaí propone dar vuelta la ecuación:
Afiliación directa de vecinos, sin burócratas.
Estadísticas reales y transparentes, no relatos.
Código de ética común, no pactos de silencio.
Formación espiritual y social, no clientelismo.
👉 El futuro depende de volver a hablar con el vecino, organizarse y recuperar la esperanza.
En Olavarría se cumple una regla clara: “El mal se organiza porque el bien permanece desorganizado”.
El ciudadano común ya no puede confiar en periodistas, abogados, universidades ni políticos.
Es hora de que vos y tu barrio se organicen: afiliate a Sinaí y recuperemos juntos la verdad y la dignidad.