domingo 19 de octubre de 2025 - Edición Nº143

Transformación Social | 18 oct 2025

El arte de mantener la cabeza en medio del ca

“Si puedes…” — El poema que enseña a construir un nuevo orden en tiempos de ruina

Rudyard Kipling escribió hace más de un siglo un manual para hombres íntegros y pueblos resilientes. Hoy, su mensaje resuena en Olavarría, donde la reconstrucción ética y colectiva necesita de quienes mantengan la cabeza fría cuando todos la pierden.


Por: Redacción Estratégica | Sinaí Olavarría

 

Hay textos que atraviesan los siglos porque contienen una verdad indestructible. El poema “If” (Si…) de Rudyard Kipling no es solo una pieza literaria: es una arquitectura moral, un manual para líderes que deben resistir sin corromperse cuando todo alrededor se desmorona.

“Si puedes mantener la cabeza cuando todos la pierden y te culpan a ti…”
Esa línea, por sí sola, describe la esencia de cualquier proceso de reconstrucción social.

En Olavarría, donde las instituciones se deshilachan y la confianza entre vecinos parece un recuerdo, el poema de Kipling puede leerse como un llamado al carácter: a no rendirse ante el cinismo, a no ceder ante la mentira, y a seguir edificando incluso con las manos heridas.

Construir algo duradero en medio del caos no es para todos. Requiere disciplina emocional, visión espiritual y la humildad del artesano que vuelve a levantar su obra una y otra vez, sin resentimiento. Eso es exactamente lo que representa el espíritu de Sinaí MLS Olavarría: volver a creer en el trabajo bien hecho, en la cooperación, y en la reconstrucción desde el orden y la verdad.

“Si puedes ver las cosas por las que diste tu vida rotas,
y agacharte y reconstruirlas con herramientas gastadas…”

Esa frase es el corazón del proyecto Sinaí: tomar las herramientas gastadas de la sociedad olavarriense —la confianza, la palabra, la colaboración— y volver a hacerlas funcionar. No desde la queja, sino desde la acción silenciosa y perseverante.

Kipling termina diciendo:

“Si puedes resistir cuando no queda nada en ti,
excepto la Voluntad que les dice: ¡Sigue adelante!
Entonces serás un Hombre, hijo mío.”

Y ahí está la enseñanza más profunda: ser hombre —o mujer— es resistir con propósito cuando todo lo demás se apaga. En esa línea se funda Sinaí: una comunidad que no se rinde, que reconstruye sin odio, y que demuestra que aún es posible honrar la palabra, la ética y el trabajo compartido.


🕊️ Cierre:

Ser olavarriense hoy es, de alguna manera, vivir el poema de Kipling.
Seguir construyendo cuando el sistema se derrumba.
Soñar, pero sin que el sueño te domine.
Y seguir adelante cuando todo parece perdido.

Eso —y no otra cosa— es lo que diferencia a los pueblos que renacen de los que se resignan.

 

Si-

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Si puedes mantener la calma cuando todo está a tu alrededor

   Están perdiendo el suyo y te echan la culpa a ti;

Si puedes confiar en ti mismo cuando todos los hombres dudan de ti,

   Pero también hay que tener en cuenta sus dudas;

Si puedes esperar y no cansarte de esperar,

   O, si te mienten, no trates con mentiras,

O, siendo odiado, no des paso al odio,

   Y sin embargo, no parezcas demasiado bueno ni hables con demasiada sabiduría;

Si puedes soñar, y no hacer que los sueños te dominen;

   Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;

Si puedes encontrarte con el triunfo y el desastre

   Y tratad a esos dos impostores de la misma manera;

Si puedes soportar escuchar la verdad que has dicho

   Torcido por bribones para hacer una trampa para los tontos,

O ver rotas las cosas por las que entregaste tu vida,

   Y agacharse y reconstruirlos con herramientas gastadas;

Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias

   Y arriesgarlo en un giro de lanzamiento y lanzamiento,

Y perder, y volver a empezar desde el principio.

   Y nunca digas una palabra sobre tu pérdida;

Si puedes forzar tu corazón, tus nervios y tus tendones

   Para servir a tu turno mucho después de que se hayan ido,

Y así aguanta cuando no hay nada en ti

   Excepto la Voluntad que les dice: “Esperad”;

Si puedes hablar con las multitudes y conservar tu virtud,

   O caminar con reyes, sin perder el contacto común;

Si ni los enemigos ni los amigos que te aman pueden hacerte daño;

   Si todos los hombres cuentan para ti, pero ninguno demasiado;

Si puedes llenar el minuto implacable

Con sesenta segundos de distancia recorrida—

   Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

Y lo que es más, ¡serás un hombre, hijo mío!

Este poema es de dominio público.

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