Por: Observatorio de Transformación Inmobiliaria y Justicia Territorial Sinaí
“Hay vecinos que tienen propiedades en venta desde hace ocho años. No es un problema de oferta ni de demanda, sino de desorganización”, explicó Ibarlucía. “Tenemos la piedra, el cemento, la mano de obra y la demanda. Lo único que falta es orden”.
Diversos estudios en economía conductual y teoría de juegos —como los de Robert Axelrod, Elinor Ostrom o Richard Dawkins— demuestran que los sistemas basados en colaboración estructurada son los más sostenibles y productivos.
En lugar de depender del conflicto competitivo, se apoyan en mecanismos de confianza recíproca, transparencia de información y normas compartidas.
El modelo MLS (Multiple Listing Service) que impulsa Asociación Sinaí aplica estos principios al mercado inmobiliario local:
Centraliza la información de las propiedades.
Establece reglas éticas comunes.
Promueve la exclusividad con trazabilidad y apertura.
Permite que todos —propietarios, compradores y agentes— ganen en velocidad, transparencia y resultados.
La economía local sufre lo que Ibarlucía denomina “caos de baja cooperación”:
Propiedades duplicadas en portales.
Tasaciones incoherentes.
Agentes que compiten sin compartir datos.
Propietarios que desconfían del sistema.
En este contexto, el MLS Sinaí surge como una arquitectura de confianza: una red donde los profesionales pueden compartir información sin perder autonomía, y donde el beneficio colectivo multiplica el individual.
“Los olavarrienses no dan exclusividad porque no confían”, señaló Ibarlucía. “Pero la exclusividad bien manejada no excluye, ordena. Nos permite medir, coordinar y vender más rápido. Es el paso de la desconfianza al orden social”.
Desde la perspectiva de la teoría de redes, un mercado cooperativo funciona como un sistema neuronal: cada conexión fortalece el conjunto. Cuantas más inmobiliarias, profesionales y propietarios se integren, más inteligente se vuelve la red.
El desafío, según Ibarlucía, es cultural antes que tecnológico. Requiere madurez cívica, humildad profesional y liderazgo ético. “Si logramos ordenar el mercado inmobiliario, Olavarría puede convertirse en una ciudad modelo para el país”, sostuvo.
El mensaje final fue claro:
“No queremos destruir, queremos reconstruir. La transparencia no se impone por ley: se construye con carácter”.
El proyecto MLS Sinaí combina ética, ciencia y estrategia para demostrar que la cooperación no es utopía, sino ingeniería social aplicada al progreso local.
📞 Contacto: 2284 586222
🌐 sinaimls.com
📺 La revolución inmobiliaria empieza por la cooperación.