El mercado inmobiliario de Olavarría vive un fenómeno que todos observan pero pocos explican: propiedades que permanecen meses —y en muchos casos, años— sin venderse ni alquilarse. Lejos de ser un problema aislado, es una señal de algo más profundo: falta de cooperación, precios irreales y ausencia total de trazabilidad.
En una entrevista reciente en Canal 1, Diego Ibarlucía, fundador del ecosistema Sinaí MLS, expuso el diagnóstico con una claridad poco habitual en el sector:
“Hoy las inmobiliarias funcionan como islas. Esa desconexión hace la vida difícil a propietarios, compradores, inquilinos y a cualquiera que quiera concretar una operación seria.”
Según Ibarlucía, la fragmentación del mercado genera tres efectos inmediatos:
Tasaciones sin sustento real
Propiedades inmovilizadas durante largos períodos
Alquileres que no cierran ni para el propietario ni para el inquilino
La inflación pasada, los aumentos sin control y la falta de datos confiables profundizaron aún más el problema.
Durante la entrevista, Ibarlucía remarcó que Sinaí MLS no es un portal ni un software, sino una metodología de cooperación profesional basada en tres pilares:
Exclusividad colaborativa: cada propiedad tiene un responsable claro, pero cualquier agente confiable puede participar de la venta.
Trazabilidad total: documentación verificada, procesos seguros y operaciones acompañadas por escribano.
Precios basados en índices reales: ni especulación, ni capricho.
El modelo ya muestra resultados concretos:
“Esta semana vendimos una propiedad que llevaba mucho tiempo publicada por otras inmobiliarias. No hicimos magia: ajustamos el valor a datos reales y la promocionamos activamente. Cuando hay proceso, el mercado responde.”
Uno de los puntos más fuertes de la entrevista fue cuando Diego explicó que la cooperación no es una idea romántica, sino la única forma de que el mercado vuelva a funcionar:
“La exclusividad colaborativa permite que cada profesional represente a su cliente sin conflicto y que todos puedan ganar. Es orden, no competencia.”
Con este enfoque, Sinaí MLS propone una arquitectura de mercado donde todos los actores —propietarios, compradores e inmobiliarias— operan bajo reglas claras, verificables y éticas.
El cierre fue directo:
“Esto ya está funcionando. Y hay lugar para todos los que quieran trabajar con códigos, transparencia y profesionalismo.”
En un contexto de desorden económico, inflación y falta de confianza, Sinaí MLS aparece como un modelo de orden, no solo para el sector inmobiliario, sino para la vida comunitaria de Olavarría.