📝 El miércoles por la mañana, en el aire de Radio 90.7, Diego Ibarlucía volvió a instalar en la agenda pública un tema que Olavarría ya no puede seguir ignorando: el desorden estructural del mercado inmobiliario y la necesidad urgente de construir un sistema basado en datos, trazabilidad y cooperación real.
Acompañado por el periodista Andrés Pellegrini, Ibarlucía expuso sin filtros las fallas acumuladas durante décadas y explicó por qué la desregulación por sí sola no alcanza para resolver el caos actual.
Ibarlucía reveló que mantuvo reuniones vía videollamada con los principales impulsores de la desregulación a nivel nacional.
Su conclusión fue directa:
“Los que escribieron el DNU no conocen el mercado inmobiliario.
Están tomando decisiones que afectan a millones sin entender el sistema.”
El referente de MLS Sinaí advirtió que copiar el modelo español —como algunos sectores promueven— es insuficiente, porque España sigue fragmentada, desordenada y sin un MLS nacional consolidado.
La referencia correcta, según él, es Estados Unidos:
“Los americanos se organizaron hace más de 100 años.
No hicieron solo libertad: hicieron libertad con orden.”
Uno de los puntos más fuertes de la entrevista fue la revisión histórica del rol del Colegio de Martilleros en la provincia de Buenos Aires.
Ibarlucía fue contundente:
“Durante décadas, la institución que tenía que ordenar el mercado no ordenó nada.
No generó datos, no unificó criterios, no capacitó y no protegió al ciudadano.
Cobró como si diera un servicio que nunca dio.
Eso es una estafa institucional.”
Según explicó, la falta de estándares profesionales, la ausencia de sistemas de trazabilidad y la cultura de fragmentación y desconfianza produjo un daño directo no solo al ciudadano común, sino también a los martilleros jóvenes que nunca recibieron las herramientas prometidas.
La frase que marcó el ritmo de la entrevista fue simple y demoledora:
“Hacer negocios sin datos es una estafa.”
Ibarlucía explicó que en un mercado sin información confiable, sin exclusividad, sin reglas claras y sin procesos compartidos, el resultado es siempre el mismo:
Propiedades que tardan meses o años en venderse.
Precios irreales y expectativas falsas.
Inquilinos asfixiados.
Operaciones inseguras.
Esfuerzos duplicados.
Conflictos innecesarios.
Y una economía local frenada por la desorganización.
En contraste con este escenario, Ibarlucía presentó el MLS Sinaí, un modelo basado en:
exclusividad profesional,
datos confiables,
trazabilidad,
ética compartida,
cooperación entre agentes,
reglas claras,
capacitación continua,
y beneficio directo para propietarios y compradores.
Pellegrini destacó este punto y lo sintetizó con claridad:
“El MLS Sinaí integra a todos: propietarios, martilleros, agentes y ciudadanos.
Es trabajar todos hacia una misma idea.”
Ibarlucía coincidió y agregó:
“Lo que el Colegio jamás hizo, lo estamos haciendo nosotros: orden, comunidad y responsabilidad.”
El líder de Sinaí fue más profundo aún al analizar el origen cultural del problema:
“Nos educaron para competir entre nosotros y para desconfiar.
Las instituciones que debían enseñarnos a cooperar no lo hicieron.
Ese engaño nos atrasó décadas.”
Esa crítica conecta con uno de los principios fundacionales de Sinaí:
cooperar para ganar, no competir para sobrevivir.
La entrevista cerró con una frase que condensó toda su filosofía:
“Sin verdad no hay libertad.
Primero justicia, orden y datos.
Después hablamos de libertad.”
Para Ibarlucía, decir la verdad es un acto moral y también un acto económico:
sin verdad, el mercado inmobiliario seguirá destruyendo valor en Olavarría y en toda la Argentina.
Finalmente, el referente invitó a quienes quieran comprar, vender o comprender mejor el sistema a comunicarse al 2284 586222, seguir @sinaimls en redes y participar del proceso de reconstrucción inmobiliaria local.
La entrevista de Diego Ibarlucía en la 90.7 fue un punto de inflexión: por primera vez, se dijo en radio abierta lo que muchos sospechaban pero nadie se animaba a afirmar.
La falta de datos, la ausencia de estándares y la desorganización institucional generaron un daño profundo que afecta cada operación inmobiliaria en Olavarría.
La respuesta —según Ibarlucía— no es volver al pasado ni apostar a una libertad sin rumbo, sino construir desde lo privado un sistema basado en verdad, datos, cooperación y responsabilidad profesional.
El MLS Sinaí se presenta como la primera alternativa real para reconstruir el mercado desde sus cimientos.