Por: Sinaí Olavarría | Proyecto MLS Sinaí
Mientras Argentina atraviesa un debate histórico sobre la desregulación del corretaje, el país vuelve a enfrentar un problema que ya se vio en otros lugares del mundo:
Si no hay orden, ética y reglas compartidas, la libertad se transforma en caos.
Para entender por dónde debe avanzar el mercado argentino, Diego Ibarlucía entrevistó a Moisés, referente de Ágora MLS España, una de las redes cooperativas más influyentes de Europa.
La conversación deja una enseñanza brutal:
La tecnología no ordena nada. El MLS es un acuerdo ético entre profesionales, o no es nada.
Moisés participó en la construcción de una de las redes MLS más sólidas del continente. Vio el mercado español antes, durante y después de la desregulación, y lo explica sin maquillaje:
El mercado estaba fragmentado.
Los profesionales no compartían información.
Los propietarios no confiaban.
Los compradores iban de inmobiliaria en inmobiliaria recibiendo versiones contradictorias.
En sus palabras:
“Compartir cuesta, porque toca el ego. Pero cuando compartís, multiplicás.”
La desregulación no arregló mágicamente el mercado.
Lo que lo ordenó fue la cooperación voluntaria con reglas claras y un código ético obligatorio dentro de las redes MLS.
Moisés lo dice sin rodeos:
“Un MLS no es tecnología. Es un acuerdo ético y profesional.”
“El software es lo último. Lo primero es la confianza.”
Esto es exactamente lo que Diego impulsa en Olavarría:
un sistema basado en verdad, trazabilidad, datos, ética y cooperación real, no una simple página de propiedades.
El MLS es un pacto de caballeros modernos.
Una estructura voluntaria pero firme que exige:
Datos reales
Precios justos
Comunicación transparente
Reglamentos internos
Código ético
Rotación de liderazgos
Propiedades compartidas bajo reglas claras
Sin eso, el MLS NO existe.
Solo hay un portal más.
Una frase clave de Moisés:
“España tardó 25 años en llegar a donde está. Estados Unidos tardó 130.”
¿Qué significa eso para Argentina?
Que pretender ordenar un mercado destruido en seis meses es una fantasía.
Pero también significa que si hoy alguien empieza, mañana el país tiene estructura.
Argentina hoy tiene la ventaja de copiar lo que funciona y evitar repetir lo que fracasó.
Moisés fue muy claro. Los errores que hunden a cualquier intento de MLS son tres:
Los grupos que hacen eso duran poco.
Si no hay rotación de cargos y reglas estrictas, el grupo se pudre desde adentro.
Todo se derrumba si no hay sanciones internas, claridad moral y verdad.
Argentina tiene hoy el potencial de crear un MLS incluso mejor que el europeo.
Pero necesita líderes capaces de poner orden donde hay desorden.
Diego hizo una de las preguntas más importantes del debate argentino:
“¿Cómo evitamos que la libertad derive en caos o en nuevos monopolios privados?”
La respuesta de Moisés fue directa:
“El orden lo construyen los profesionales que quieren trabajar bien, no las instituciones que quieren poder.”
El MLS bien hecho es exactamente eso:
orden voluntario, ética compartida y reglas que ordenan el mercado sin coerción estatal.
Lo que Moisés explica no es teoría: es experiencia real.
España se ordenó porque un grupo de profesionales decidió cooperar con verdad y disciplina.
Argentina está a tiempo de hacer lo mismo.
Pero solo si entiende que:
✔️ Desregular no es suficiente
✔️ La libertad necesita orden
✔️ El MLS es una solución ética, no tecnológica
✔️ El mercado argentino está perdiendo millones por la fragmentación
✔️ El caos beneficia a los inescrupulosos y destruye a los honestos
✔️ Solo la cooperación inteligente puede cambiarlo
Hoy, proyectos como Sinaí MLS Olavarría están dando ese primer paso.
La entrevista con Moisés no es solo una charla:
es un mapa para el futuro del mercado argentino.