Por: Redacción Estratégica | Sinaí Olavarría
No es una queja.
No es un reclamo.
No es una burla.
Es una lectura profunda.
La imagen habla sola: un “arbolito” de Navidad vacío, sin forma, sin identidad, plantado frente al edificio más simbólico de la ciudad.
No provoca alegría.
No convoca encuentro.
No dice nada.
Y justamente por eso dice todo.
Las ciudades no se sostienen solo con asfalto, tasas o expedientes.
Se sostienen con símbolos, con relatos compartidos, con sentido.
La Navidad —para creyentes y no creyentes— representa algo básico y universal:
👉 esperanza
👉 nacimiento
👉 futuro
👉 comunidad
Cuando ese símbolo se vuelve frío, vacío y burocrático, no es casualidad.
Es un reflejo del estado interno de la ciudad.
No vemos una ciudad rebelde.
Tampoco una ciudad movilizada.
Vemos algo peor:
🔇 una ciudad callada
😴 cómoda
📱 distraída
😟 con miedo a hablar
La apatía no grita.
La apatía deja pasar.
Y mientras tanto:
se acomodan reglas
se diluyen controles
se vacían instituciones
se naturaliza lo absurdo
Como este arbolito.
Que nadie defiende, pero nadie cuestiona.
Muchos dicen:
“Yo creo en el futuro de la Nación”
“Yo creo en Olavarría”
Pero creer no alcanza.
Un futuro no se construye si:
no se exige información
no se respetan las reglas básicas
no se defiende la Constitución en lo cotidiano
no se cuidan los símbolos comunes
La Constitución no se rompe solo con golpes.
Se erosiona cuando nadie la hace valer.
No es “salgan a gritar”.
No es “rompan todo”.
No es “quejense más fuerte”.
Es algo más simple y más profundo:
👉 Despertar
👉 Informarse
👉 Volver a participar
👉 Recuperar el sentido de comunidad
Preguntar no es ser conflictivo.
Organizarse no es ser extremista.
Exigir claridad no es odiar la ciudad:
es amarla en serio.
La Navidad no se trata de luces.
Se trata de hacia dónde vamos.
Un árbol vacío frente al poder es una advertencia silenciosa:
cuando el contenido se pierde,
cuando todo se vuelve forma,
cuando nadie dice nada…
La ciudad se apaga despacio.
Todavía estamos a tiempo.
Pero el primer paso no es reclamar.
Es despertar.