

Por: 🔍 Unidad de Análisis Legal y Reforma Profesional – Sinaí
Durante décadas, cientos de inmobiliarias, asesores y agentes independientes en Argentina creyeron lo mismo:
👉 “Sin matrícula no podés vender propiedades.”
Esa frase, repetida por generaciones de Colegios de Martilleros, se convirtió en un dogma…
...aunque jamás fue cierta en términos legales.
Hoy, con el avance de modelos colaborativos, el auge de franquicias inmobiliarias y la reforma jurídica impulsada por el DNU 70/2023, la verdad salió a la luz.
Y ya no hay vuelta atrás.
El Código Civil y Comercial de la Nación, en vigencia desde el 1º de agosto de 2015, regula el contrato de corretaje inmobiliario.
Y es claro:
Art. 1255: “Hay contrato de corretaje cuando una persona se obliga a procurar a otra, a cambio de una retribución, la conclusión de un contrato con un tercero…”
En ningún momento exige matrícula.
Ni colegiación.
Ni inscripción en un listado de “corredores autorizados”.
📌 Solo necesita consentimiento entre partes.
Este código es ley nacional, superior a cualquier norma provincial que intente condicionar el ejercicio profesional a una cuota, sello o institución intermedia.
El Colegio de Martilleros se ampara en leyes provinciales (como la Ley 10.973 en PBA), que regulan a quienes deciden matricularse como “corredores públicos” o “martilleros”.
Pero eso no prohíbe la existencia de corredores informales, asesores inmobiliarios, ni a las propias inmobiliarias con CUIT que trabajan con personal sin matrícula.
👉 La ley nacional habilita la práctica libre del corretaje, siempre que exista consentimiento del cliente.
👉 El Colegio no tiene poder judicial, ni puede sancionar a quien no pertenece a su estructura.
Lo más irónico es que el propio sistema ya se quebró hace años, pero nadie lo dice en voz alta.
En todo el país, miles de agentes inmobiliarios trabajan sin matrícula bajo estructuras de franquicias:
📌 Remax
📌 Century 21
📌 Coldwell Banker
📌 Keller Williams
📌 Keymex
📌 y otras redes similares
Estas empresas contratan asesores, promotores o representantes sin matrícula, bajo contratos comerciales internos.
Y funcionan legalmente, vendiendo propiedades, cobrando comisiones, y en muchos casos logrando mejores resultados que las inmobiliarias tradicionales.
No es casualidad.
Es porque acá existe una cárcel simbólica llamada “matrícula obligatoria”.
Y mientras muchos están atrapados pagando cuotas y obedeciendo órdenes, otros aprovecharon el gris legal para crecer, ganar mercado y formar redes modernas.
Sí:
👉 Las franquicias crecieron en Argentina porque supieron que el sistema era mentira.
👉 Y lo explotaron sin culpa…
…mientras el Colegio dormía.
Hoy, proyectos como Sinaí MLS Olavarría nacen con esta verdad como base:
✅ El corretaje informal es legal.
✅ La matrícula es voluntaria.
✅ La ética, la exclusividad y la colaboración son más valiosas que un carnet.
La pregunta es simple:
¿Querés seguir siendo parte de un sistema que te cobra miedo?
¿O querés entrar a una red que te devuelve la libertad profesional?
En vez de perseguir, insultar y amenazar a quienes se animan a hacer las cosas diferente,
👉 Debería reformarse,
👉 Adaptarse,
👉 O al menos dejar de mentirle al mercado.
Porque la verdad es esta:
La matrícula no es obligatoria. Y nunca lo fue.
Simplemente no querían que lo supieras.
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Por: Observatorio Jurídico Sinaí
Investigación especial para el portal Sinaí Olavarría