

Por: Observatorio Sinaí
El debate dejó claro algo que en Sinaí venimos denunciando hace tiempo: no se puede construir un futuro sólido si se ahorra en cimientos. Hoy muchos buscan bajar costos en materiales sin comprender que el precio bajo, cuando no está acompañado de verdad técnica, es una trampa para todos. Como bien lo explicó Carlos Borzani, hay perfiles de aluminio que no vuelven a su forma, aberturas que se deforman al primer verano y ventanas que se compran dos veces. Esa falsa economía, vendida como “oportunidad”, está degradando el estándar del hábitat en la Argentina.
👉 Cuando el mercado no distingue entre aluminio recuperado y aluminio de primera, o entre DBH real y “vidrios pegados”, lo que se degrada no es solo la obra… se degrada la confianza.
Diego Aguirre fue tajante: “no podés competir solo, tenés que construir comunidad, pero comunidad con valores”. En un ecosistema donde los desarrolladores fondean el segundo proyecto con el adelanto del primero, y las inmobiliarias se transforman en simples “mostradores de pozo”, la idea de red virtuosa queda relegada. ¿Por qué? Porque se perdió la noción de propósito compartido.
⚔️ La guerra no es contra tu colega, sino contra el que miente en el presupuesto.
📜 La solución no es vender más, sino vender mejor, con procesos auditables y ética clara.
🤝 La confianza no se impone, se gana. Y se gana con trazabilidad, como propone el Sinaí MLS.
Guido Perata aportó una radiografía precisa: las operaciones se caen por miedo, por tasas cambiantes, por falta de previsibilidad. La macro estabilizada está lejos de generar confianza real. “La gente arranca con una tasa del 6% y cuando llega el momento de comprar está en 10%. Esa duda frena la venta”, dijo.
🧠 El mensaje de fondo: necesitamos más que tasas bajas. Necesitamos estructuras que ordenen la toma de decisiones. Modelos como el MLS, donde los datos se comparten, los procesos son públicos y los agentes tienen respaldo mutuo, generan esa seguridad tan escasa.
Se confirmó lo que muchos ya sospechaban: el margen más alto no está en la estructura, sino en las terminaciones.
El ingreso de productos chinos de calidad está presionando los precios y obligando a los productores locales a profesionalizarse.
El modelo de construcción modular avanza con fuerza. Aguirre ya fabrica casas que se pueden mudar, con integración vertical desde el acero hasta el mueble.
Esto no es solo innovación: es eficiencia estructural. Es el tipo de salto que el mercado argentino necesita para dejar de ser un laberinto de proyectos inconclusos y pasar a ser un ecosistema competitivo, sólido y replicable. Y eso es exactamente lo que busca el modelo Sinaí: bajar los costos sin sacrificar la dignidad del servicio.
En palabras de Borzani: “cuando sos campeón no sos campeón, y cuando sos canillita tampoco. Son momentos”. Pero más allá de los ciclos, lo que define a los verdaderos constructores es cómo reaccionan cuando las papas queman.
📍 En Sinaí elegimos construir sobre roca:
Transparencia en las operaciones
Procesos auditables
Comunidad con valores
Tecnología al servicio del cliente, no del atajo
Y una visión que honra al propietario, al comprador, al constructor y al agente.
Porque como se dijo en el cierre del programa: no podemos bajar costos a cualquier precio. Hay que cuidar la obra, la verdad… y al prójimo.
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