lunes 11 de agosto de 2025 - Edición Nº74

Transformación Social | 3 ago 2025

Liderazgo, desarrollo y verdad

Andrea Borges Do Canto: “El desarrollo inmobiliario no es vender ladrillos, es construir ciudad”

En una entrevista reveladora con Ladrillo, la directora de Alianza Urbana desnuda los dilemas éticos, técnicos y humanos del negocio inmobiliario. Reflexiones sobre género, rentabilidad, confianza, posventa, cultura jurídica y cómo construir productos que valgan más que su metro cuadrado.


Por: Redacción Sinaí

 


Andrea Borges Do Canto no habló de real estate: habló de conciencia.
Y eso, en un mercado intoxicado por la especulación, es una anomalía estratégica. Desde el primer minuto de la entrevista en Ladrillo, quedó claro que Andrea representa una generación nueva de desarrolladores: aquellos que no repiten renders sino que gestionan realidades complejas.

El problema no es vender metros: es entregar hogares funcionales, consorcios vivos y edificios sostenibles.


🌆 1. Del Excel al alma: la mujer que piensa edificios como ecosistemas

Andrea desafía el enfoque técnico puro con una mirada de sensibilidad activa:

“Los edificios no son máquinas. Son organismos vivos. Y el desarrollador tiene que estar presente incluso después de entregar la posesión.”

Mientras algunos colegas creen que el problema termina al firmar el boleto, Borges lo ubica en el “destete”: ese momento gris entre la posesión y la escritura, donde el consorcio aún no existe legalmente y el cliente solo tiene ilusiones basadas en renders.


⚖️ 2. Contratos, cultura jurídica y el precio de la confianza

En una Argentina donde muchos compran sin leer un contrato de fideicomiso y donde los plazos de escrituración pueden demorar 3 años, Andrea propone lo obvio que nadie aplica:

“Hay que leer todo. Explicar todo. Estar presentes. La gente hoy viene más instruida y pregunta mejor.”

Este enfoque casi evangélico de la transparencia la convierte en una rara avis en el mercado. Y es ahí donde conecta con nuestra visión Sinaí: el nuevo orden inmobiliario se construye sobre trazabilidad, confianza, y comunidad profesional.


🏗️ 3. El negocio real: anticiparse a los conflictos y no subestimar al cliente

En la charla, Andrea confiesa que en muchos proyectos el cliente venía a espiar el avance por agujeros en los cercos de obra. La solución fue estratégica y humana: generar informes frecuentes y sistematizar el acompañamiento.

“Construir es arbitrar intereses diversos. Hay vecinos malintencionados, consorcistas especulativos, constructores cortoplacistas. El rol del desarrollador es no desaparecer.”

En otras palabras: construir es gobernar. Y como todo gobierno, exige anticipación, escucha, y presencia.


📉 4. El pricing como ciencia diaria, no como acto de fe

Andrea también desnudó la trampa que sepulta a cientos de desarrolladores:

“Muchos venden todos los metros de un proyecto sin hacer gestión de stock ni pricing. Después, si sube el costo y ya vendieron barato, quedan atrapados.”

El desarrollo inmobiliario serio exige inteligencia financiera constante. Y una comprensión clara de los ciclos, del valor agregado real y de cómo diferenciarse más allá de la ubicación.


🧠 5. Fiduciarios, inversores y diseño con propósito

La confianza es un activo que se construye con hechos:

  • Proyectos pensados desde el día uno para la vida útil y el mantenimiento.

  • Domótica inteligente, materiales con bajo mantenimiento, decisiones técnicas con alma.

  • Rentabilidad emocional para quien habita.

“Los proyectos deben pensarse con el que lo habita y con la ciudad en mente. Van a estar 50 años en pie.”

Y lo más valioso: Andrea lo hace desde la trinchera, sin marketing impostado.


📌 6. ¿Qué zona desarrollar? La que tenga sentido para el comprador

“No se arranca por la tierra barata. Se arranca por el buyer persona.”
Su lógica es inversa al mercado tradicional: no se adapta el producto a la tierra, sino que se busca la tierra para el producto. Y esto implica visión, datos y sensibilidad.


🔑 Conclusión Sinaí (sin nombrarlo, pero marcando la diferencia)

Andrea Borges Do Canto representa una generación que no busca solo “colocar metros cuadrados”, sino poner edificios vivos y honestos dentro de las ciudades. Su visión confirma que el futuro no es de quienes repiten fórmulas viejas, sino de quienes integran sensibilidad, profesionalismo, trazabilidad y cultura jurídica.

Y, en un país donde el mercado inmobiliario suele parecer un caos sin cabeza ni corazón, voces como la suya inspiran a construir con otra lógica: una que ordene, humanice y transforme.


Tags: desarrollo inmobiliario, pricing, fideicomisos, consorcios, arquitectura con propósito, liderazgo femenino, Ladrillo, Andrea Borges Do Canto, Buenos Aires, Alianza Urbana.

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