

Por: Observatorio Sinaí
Todo comenzó en una fiesta en Brasil. Beltrán discutía con una chica sobre política y terminó recitando de memoria todos los presidentes argentinos. Lo grabaron. Sus amigos insistieron en subir el video. Lo hizo. Se volvió viral. Fue portada en todos los medios. Y aunque muchos lo conocen por esa secuencia, pocos imaginan que detrás de ese joven descontracturado hay una mente afilada, obsesionada con entender la economía real y hackear el sistema.
“Hasta hoy me paran en la calle por el video de los presidentes. Me saludan como si ese fuera mi mayor logro”, dice entre risas.
Durante la pandemia, Beltrán empezó a estudiar finanzas. Se enamoró de las materias. Pero cuando entró al mundo real —a trabajar en una desarrolladora donde su padre tenía contactos— se dio cuenta de algo brutal:
“Me sorprendía que nadie supiera la diferencia entre tasa nominal y tasa real. Gente con mucha guita, cero formación.”
Comparó la vida corporativa con el ecosistema pyme, y lo tuvo claro:
“En la relación de dependencia solo ganás mucha guita si sos brillante. En la pyme hay menos nivel y más oportunidad. Ahí decidí meterme a fondo.”
Con una claridad filosa, Briones dispara contra la mediocridad estructural del sector:
“Muchísimos desarrolladores no tienen título universitario. Algunos ni terminaron el secundario. El CEO de Portland dejó la escuela a los 13.”
“La parte más difícil no es construir, es que te aprueben los planos. Te duermen los trámites para pedirte coima. Por eso existen los ‘gestores municipales’. Es vergonzoso.”
“El costo de construcción se duplicó en dólares. Pero los precios de venta siguen planchados. Así no da. Lo único que sostiene el negocio es comprar bien el terreno.”
Beltrán no se guarda nada:
“No quiero que me venda la propiedad un tipo con título. Quiero que me la venda el que más vende. Me chupa un huevo si no tiene matrícula.”
💣 Y remata:
“Regular no solo no funciona, es imposible. El mercado filtra solo. Hoy buscás un nombre en Twitter y sabés en dos minutos si es confiable o no.”
Este pensamiento conecta con la filosofía de libertad que impulsa la Ley Bases y que desde Sinaí MLS se promueve: eliminar barreras artificiales para que reine el mérito, la reputación y los resultados.
Una frase que quedó tatuada en la audiencia:
“Más importante que location, location, location... es timing, timing, timing.”
Según su análisis:
El mercado viene de una caída del 50% (2018-2023).
Se activaron los créditos hipotecarios.
Hay récord histórico de escrituras.
Los sueldos, bonos y acciones subieron... pero las propiedades no.
🎯 “Este es un momento histórico de compra. Flaco, compres donde compres, vas a ganar guita.”
Con tono bullish (alcista), Briones argumenta por qué están comprando inversores extranjeros:
Sin guerras
Sin huracanes
Clima estable
Gente capacitada
Activos subvaluados
Y sí: “Vi el tuit de Elon Musk”
“Argentina es barata y con potencial. Está todo dado para que vuelva a ser una potencia.”
Explica cómo el crédito no solo permite acceder a la vivienda, sino que dispara una cadena de ventas:
“El que vive en Quilmes saca crédito y se muda a la Boca. El de la Boca se va a San Cristóbal. El de San Cristóbal a Palermo. Y así... Se mueve TODO.”
Además, plantea que sin crédito no hay ahorro, y sin ahorro no hay propiedad. Y sin propiedad… no hay familia.
“Está probado que donde hay más propietarios, hay más hijos. La vuelta del crédito puede ser un incentivo indirecto a la natalidad.”
Cierra con un dato revelador:
“Del 2002 al 2017 las propiedades subieron un 200%. Del 2018 al 2023 bajaron un 50%. Hoy estamos en el piso.”
Y un consejo para toda una generación:
“Pensá en tu jubilación. No confíes en el Estado. Empezá a construir metros cuadrados. Comprá hoy, alquilá mañana, jubilate con propiedad.”
Desde Sinaí Olavarría celebramos voces como la de Beltrán Briones. No por su viralidad, sino por su profundidad disfrazada de informalidad. Porque detrás del meme hay ideas, y detrás de las ideas hay sistemas.
Su mirada confirma que el problema no es la falta de matrícula, sino la falta de transparencia. Que el enemigo no es el que no estudió, sino el que no rinde cuentas. Y que el futuro del mercado inmobiliario no está en los sellos, sino en la confianza y en el mérito.
El MLS Sinaí comparte esta visión: un sistema sin trabas, con reglas claras, donde quien más aporta, más gana. Porque no queremos vender diplomas: queremos construir confianza. Porque como bien dijo Beltrán, el momento es ahora, y los que no lo vean, se lo van a perder.
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